No hace falta que gastes ni una gota de agua. La materia orgánica de la comida y bebida que mancha los envases acaba por degradarse sola y de forma natural. Además, en las plantas y, tras sufrir multitud de procesos mecánicos (fricciones, cribas, aspiraciones), no queda ni rastro de ella. Una vez recogidos los residuos del contenedor verde y gracias a los diferentes procesos mecánicos de limpieza utilizados, al final del proceso el vidrio queda perfecto para ser reaprovechado al 100%.
Hay que tener en cuenta que el agua es un recurso preciado, por lo que no la malgastes lavando tus envases. Así nos ayudarás a protegerla y conservarla, y a cuidar del medioambiente.
Ni siquiera en la planta de tratamiento se usan agua o productos químicos para el reciclaje de las botellas, ¿lo sabías?
Así se recicla tu envase de vidrio