En las plantas de tratamiento de vidrio mediante un proceso mecánico, en buena parte impulsado por energías renovables, sin uso de agua ni elementos químicos, el vidrio se limpia de impurezas, etiquetas, tapas y materiales que no se reciclan. Usamos imanes, corrientes de foucalt, cribas… El resultado es un material muy parecido al vidrio del envase inicial, pero en trozos más pequeños… ¡a eso se le llama calcín!
Todo el calcín que producimos en España se usa para fabricar envases nuevos en nuestro país. Por eso el reciclaje de vidrio es totalmente circular y de gran calidad. Va de envase a envase. Este proceso puede hacerse infinitas veces sin que este material pierda sus propiedades originales. ¿Reciclaje perfecto? ¡El del vidrio!
En nuestras plantas tenemos algunas mermas, pequeñas cantidades de vidrio que perdemos en el proceso industrial por la fricción de las máquinas, por ejemplo. Las pequeñas mermas que no tienen la calidad necesaria para ser calcín y convertirse en envases, las entregamos para que se usen como componentes en cementos u otros productos. También mandamos a reciclar los plásticos y metales que llegaron a las plantas por error. No podemos desaprovechar nada.
Así se recicla tu envase de vidrio